Autor: Geobanys Valle Rojas
El telón sube.
Un micrófono se enciende.
Las luces son de tono
azul, amarillo, verde.
Como los colores cuando canta,
cuando la voz al alba: levanta.
Y fue un destello contemplarla
desde lejos. Mientras
la diva en el escenario,
dejaba su piel de acero.
La tarima suena,
las manos no alcanzan.
Se bambolean las caderas,
se siente un grito de esperanza.
La clave marca el compás.
Los timbales saben a salsa.
La diva al pueblo va a cantar,
y en su pecho la bandera alza.
De san Antonio a Maisí
y hasta afuera de la frontera:
se oye el eco,
se ve al rubí,
de la reina que fuera.
Madame es una mujer que canta.
Al ánimo alegra,
y se dibuja una sonrisa.
Si es que llega una caricia,
que a la nostalgia espanta.
Rumba, bolero, son:
en la música entrega ella al corazón.
Caridad del Cobre, que
siempre la proteges,
yo quiero, que a tu nombre,
se endulce al corazón hereje.
Que mientras haya en el mundo
un sonero como yo,
haya un son para el que baila.
Y si la voz la pone Haila,
¡Madame Mompié cantó!
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