Corre el agua, divina Yemayá,
que tus hijos se van a despojar.
Corre con tu amor maternal
y tu luz, desde aquí hasta allá.
Corre en septiembre ella divertida,
dando los besos que el mundo necesita.
Escucha en el canto al pueblo si te grita
que eres tú la única madre de la vida.
Corre ahora con tu risa a carcajadas,
que estremece a los hijos dormidos.
No tengas miedo al sentirte amada,
¡corre y abraza a tus hijos escogidos!
Deja tu bendición como reina idolatrada,
que corra el agua con la fe si es permitido.
Autor: Geobanys Valle Rojas
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